
Yo quiero verte más, sentirte más, besarte más… Los días que te veo, me despierto con la ansiedad de que al reloj se le prenda una llama que queme los minuteros, porque ya no quiero ver cómo avanza lentamente la hora hasta tu llegada. Me despierto a esperar, sólo a eso. Me rompe por dentro cada segundo del minuto y cada minuto de la hora, me destruye la espera, las horas… Y el tiempo me odia. Contigo el tiempo arranca al instante de tomarte la mano, te toco y se va corriendo… Ayúdame a que el tiempo se detenga, hagamos que no me contradiga… Quédate más, bésame un par de beses más, abrázame más minutos… No te vayas, contradice conmigo al tiempo y las personas, no sigamos órdenes de ninguno. Quédate conmigo.
Mira, te voy a ser sincero: No te voy a pedir ni el cielo, ni la luna, ni una cosa material, porque realmente no me interesa, me
interesa estar contigo y si te pido alguna vez algo va a ser tiempo para verte. No, no quiero que dejes de hacer lo que te gusta, si quieres salir con tus amigas no tengo ningún problema, confío en ti, lo único que te pido es que te cuides y disfrutes. Puedes tener todos los amigos que quieras, pero no seas cariñosa con ellos. Me duele, y si a veces desconfió es porque lo nuestro también se inició con una amistad. Quiero que seas feliz, quiero que seas tú misma, no quiero que cambies por mí y espero que tú tampoco trates de cambiarme. Te quiero, no te aproveches de eso, puse mi fe en ti y espero que no me falles así estés muy lejos de aquí.